Crecimiento Integral
La vocación bautismal implica un crecimiento constante para
alcanzar la perfección en el amor. La oración, el apostolado y la formación son
medios fundamentales para este crecimiento.
Como llamados están obligados a llamar a otros, es decir, a
realizar una promoción vocacional.
‘Para pertenecer a la Asociación de Cooperadores Avemarianos
se requiere que el Aspirante sea un católico que debe realizar un compromiso el
cual implica una elección libre, gradual, motivada, madurada bajo la acción del
Espíritu Santo y acompañada por los Responsables, que son las Delegadas o
Delegados y los Consejos Locales.
Para ello el Aspirante acepta un programa adecuado de
preparación, que dura el tiempo necesario para comprobar la propia llamada.
Este programa comprende fundamentalmente el conocimiento y aceptación del
Proyecto de Vida de los Cooperadores Avemarianos.
El Aspirante presenta su solicitud de admisión, cuando ha
alcanzado suficiente madurez personal, reconocida por los Responsables de la
Comunidad; y, si no hay una Comunidad, por quien haya sido delegado para ello
por la Superiora General. En todo caso se requiere tener como mínimo dieciocho
años cumplidos.
Se comienza a ser Cooperador Avemariano y a pertenecer a la
Asociación, por la realización de la Promesa personal, con la cual se
manifiesta la voluntad de vivir el bautismo de acuerdo con el presente Proyecto
de Vida Apostólica.’[1]
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