El Cooperador Avemariano,
una vocación específica en la Iglesia
El
Cooperador Avemariano es un católico de cualquier condición cultural y social
que se compromete a vivir la fe y a responder a la vocación Avemariana desde el
carácter secular de su vida; sigue a Cristo, asume un modo concreto de vivir el
Evangelio en su vida cotidiana y de participar en la misión de la Iglesia según el proyecto apostólico
del Siervo de Dios, Miguel Fenollera.
Se esfuerza
por crecer continuamente en el cumplimiento de los compromisos del bautismo y
la confirmación teniendo como modelos a Jesús, el Divino Maestro y a la Santísima Virgen
María en la Anunciación.
Su vida se
distingue por estas actitudes:
1.
Sentir a Dios como Padre, providencia, guía, seguridad; ver en Jesucristo al
Divino Maestro, al Salvador, “Camino, Verdad y Vida”, restaurador de la
humanidad; vivir la intimidad del Espíritu Santo que es luz, animador del
pueblo de Dios, fuerza y don.
2. Vivir bajo el
patrocinio de la
Santísima Virgen , ejemplar de entrega a Dios en el Misterio
de la Encarnación ;
y Madre y Maestra que nos enseña a cumplir la voluntad de Dios: “Haced lo que
Él os diga” (Jn. 2,5)
3.
Sentirse llamado e invitado a una misión concreta: Contribuir a la restauración
cristiana de la familia, de las clases populares y de la sociedad, empezando
por la educación integral del niño y del joven desde la escuela y desde otros
ámbitos juveniles de formación.
4. Esperar de la
bondad del Señor se cumpla la promesa de la profecía de Daniel: “Los que
enseñan a muchos para la justicia brillarán como estrellas por toda la
eternidad” (Dn.12,3)
Estatuto, Art. 1
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