jueves, 2 de agosto de 2018

Espíritu de familia

La pertenencia a la misma Asociación y la vocación común, transforma a los Cooperadores Avemarianos en hermanos espirituales. Siendo todos uno como Cristo es uno con el Padre, así viven en comunión fraterna mediante los vínculos característicos del espíritu de Miguel Fenollera.

Comparten con alegría la “vida de familia” de la Asociación para conocerse e intercambiar experiencias y proyectos apostólicos y crecer juntos.

Como un modo de crecer en la comunidad, los Cooperadores Avemarianos se apoyan recíprocamente, sobre todo, con el intercambio de bienes espirituales.[1]




[1] Estatuto, Art. 18

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